Vacía tu mente, se amorfo, moldeable, como el agua. Si pones agua en una taza, se convierte en la taza, si pones agua en una botella se convierte en la botella, si la pones en una tetera se convierte en la tetera. El agua puede fluir o puede aplastar. Se como el agua. Amigo mío, el agua que corre nunca se estanca, así es que hay que seguir fluyendo.
– Bruce Lee –
El objetivo es conseguir un alto rendimiento mientras te encuentres en tu lugar de trabajo. La mente como agua es ese estado en el que te pones a trabajar en tus tareas con todos los sentidos centrados en ellas. Ese estado en el que el tiempo pasa sin que te des cuenta y en el cuál eres muy productivo y constructivo.
La mente como el agua es un término utilizado en kárate que lo define como la alerta perfecta. Se trata de una metáfora que explica cómo el agua se encuentra en reposo y cuando tiras una piedra reacciona adecuadamente en proporción a su tamaño y velocidad, hasta volver a su estado natural en reposo de nuevo.
Es un término muy utilizado en GTD que describe el estado perfecto que se debería tener cuando estás realizando tus tareas.
Una buena forma de entrar en ese estado es la rutina que realizas antes de ponerte a trabajar. Cuando empiezas a realizar una tarea sigues una serie de pasos que le indican a tu mente que vas a comenzar una tarea y que quieres enfocarte en ella.
Es igual a las rutinas que siguen los atletas justo antes de competir. Se encuentran concentrados para alcanzar su nivel de máximo rendimiento enfocándose solamente en la carrera que van a disputar.
Si eres capaz de generar un estado de máximo rendimiento en tu trabajo, tu productividad lo agradecerá.
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